¿Qué esperar del Real Madrid con Xabi Alonso?
- juanrub2004
- 18 jul
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 12 ago
Por Tim Stegmann. Entrenador y formador de entrenadores en la Asociación de Fútbol de Hamburgo. Con experiencia en el VfL Wolfsburg y el Würzburger Kickers.

La llegada de Xabi Alonso al banquillo del Real Madrid ha generado una inmensa expectativa en el mundo del fútbol, anticipando el inicio de una nueva era para el conjunto blanco.
En una entrevista con The Tactical Room en mayo de 2017, Xabi Alonso, al ser consultado sobre el rol del entrenador, afirmó que busca "adaptarse a los jugadores" y "equilibrar bien el equipo", necesitando tanto "jugadores que te den equilibrio" como "jugadores que te den desequilibrio", para luego "entre ellos buscar el equilibrio". Su filosofía se basa en tener "jugadores buenos" y luego encontrar la mejor manera de "trabajarlos", ya que "al final dependes de los futbolistas y el secreto es cómo gestionarlos para que se sientan comprometidos".
Alonso es reconocido por su caballerosidad y modestia. Incluso en el apogeo de su incipiente carrera como entrenador, dedicó los triunfos al club y valoró la labor de profesionales que lo precedieron, como Christoph Daum, Klaus Toppmöller y Roger Schmidt, entre otros. Esta actitud de humildad y coherencia ha sido una constante durante su trayectoria en Alemania. Dirige a sus equipos con una clara disciplina en todos los aspectos, lo que lo convierte en un técnico muy consecuente. Esto se ha manifestado en decisiones firmes, como enviar a Florian Wirtz al banquillo por un retraso o sustituir a Kossounou antes del descanso en la semifinal de la Europa League debido a un bajo rendimiento. Esta firmeza será un beneficio significativo para el Real Madrid, donde la preocupación por casos de indisciplina ha aumentado considerablemente en la última temporada. Se anticipa que esto se traduzca en un despliegue defensivo más efectivo y decidido, forjando un equipo con un carácter fuerte. Xabi Alonso irradia la grandeza que define al club merengue.
Históricamente, al Real Madrid se lo asociaba con entrenadores que transmitían buenas vibraciones. Con Alonso, podría emerger una sinergia única: la mística de las buenas vibraciones unida a un sólido fútbol posicional. Si bien los medios españoles han especulado sobre el sistema de juego, el 1-4-3-3 se adapta mejor al Real Madrid que cualquier otra formación, aunque el Mundial de Clubes en Estados Unidos ha demostrado que el sistema "Bayer" (1-3-4-1-2) también podría ser funcional en la Casa Blanca. Como bien lo expresó otro exentrenador de Xabi Alonso, "los sistemas del juego solo son números". En esta etapa, lo crucial será el sentido y la organización que Xabi le imprima al equipo.
En el Bayer Leverkusen, Xabi Alonso se enfocó en brindar al equipo una estructura y organización funcional que permitiera a cada jugador explotar sus cualidades de manera óptima. La composición específica de las líneas no era lo principal; en cambio, el plan de partido, siempre cambiante y pragmático según el rival y las circunstancias, era lo definitorio. En Madrid, Alonso buscará replicar esta metodología. Su desafío residirá en armonizar las virtudes de jugadores absolutamente diferenciales como Kylian Mbappé y Vinicius Junior, sin comprometer el equilibrio colectivo. Será fundamental para el español establecer una base de principios claros que, a su vez, otorguen a los jugadores libertad para actuar y expresarse dentro de ciertos límites tácticos.
Durante la posesión del balón en Leverkusen, Alonso garantizó la constante ocupación de los espacios centrales, particularmente la base, con al menos un jugador clave como Xhaka, Palacios, o incluso Grimaldo incorporándose desde el lateral, o Wirtz retrasando su posición de "10". Mediante desmarques inteligentes, los jugadores seguían la sombra de cobertura del oponente y generaban diferentes alturas en la salida de balón. Una buena cercanía entre ellos facilitaba el flujo de combinaciones, con énfasis en desarticular a los rivales mediante pases precisos. En este sentido, el concepto de control del juego era primordial: a través de un circuito de pases, con múltiples balones diagonales, se abrían incesantemente espacios para el progreso en el campo.
En el Real Madrid, Xabi Alonso contará con aún más opciones debido a los perfiles de sus jugadores. Las cualidades de Vinicius Junior y Kylian Mbappé representan una amenaza constante a la profundidad rival si este presiona con excesivo optimismo. Al mismo tiempo, el nuevo central Dean Huijsen y los jugadores ya presentes en la plantilla poseen la calidad técnica suficiente para conquistar la siguiente altura del campo a través de un juego de combinación paciente y continuo. Esto se logrará también mediante buenos posicionamientos y superioridades numéricas cerca del balón.
La función del nuevo fichaje, Trent Alexander-Arnold, será especialmente interesante. Su perfil es el de lateral (posiblemente un reemplazo a largo plazo para Dani Carvajal), pero también puede desempeñarse reiteradamente como jugador central, de manera similar a Grimaldo en el Leverkusen. Sería un movimiento sorprendente, pero factible, que Alonso, al igual que Pep Guardiola hizo con Philipp Lahm, trabaje con Alexander-Arnold como un jugador exclusivamente central, un rol que en su momento desató un movimiento mundial en el fútbol. De hecho, el perfil de un marcador de ritmo es precisamente lo que les falta a los "Blancos" en la actualidad, con Rodri en el Manchester City y Martin Zubimendi en el Arsenal como los mejores exponentes de esa función.
Dado que Alonso no puede clonarse a sí mismo como jugador, deberá ampliar el repertorio y el perfil de los futbolistas disponibles. Lo consiguió en Leverkusen, transformando a Granit Xhaka, quien en el Arsenal tenía un rol ligeramente más ofensivo, en un marcador de ritmo. Una transformación similar sería concebible para futbolistas como Arda Güler, Dani Ceballos o Aurélien Tchouaméni.
Durante la temporada del campeonato en Leverkusen, Xabi Alonso logró con su equipo algo atípico en el fútbol alemán: una gran cantidad de recuperaciones de balón en zonas altas mediante una excelente dirección y un ataque agresivo al rival, casi sin entradas. El oponente era presionado a menudo desde el lado ciego y, posteriormente, empujado hacia un lado por todo el conjunto del equipo. Una anticipación extremadamente buena de sus dirigidos permitía con frecuencia la interceptación del balón. Esta característica, combinada con las habilidades de los delanteros del Real Madrid, seguramente provocará más de un festival de goles. Replicar el sistema de presión tras pérdida ejecutado por Xabi en Alemania, le brindará muchos frutos al equipo merengue.
Fundamentalmente, Xabi Alonso modificará la estructura del Real Madrid para lograr una mayor estabilidad defensiva, una mejor solidez y, sobre todo, un compromiso mejorado entre los jugadores. La obsesión del vasco por los detalles garantizará que cada jugador conozca su rol dentro del plan de partido y pueda utilizar sus cualidades de manera óptima.
Un elemento clave del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso fue la gestión de diferentes ritmos de juego: el "Werkself" no tenía problemas en intercalar fases sin posesión propia y, aun así, dominar el partido. Otra característica destacada fue la excelente organización de la defensa del área. Al mismo tiempo, el equipo mostró un funcionamiento excepcional para atacar los espacios que se creaban, ya fuera en posesión del balón o en las transiciones ofensivas.
En el Real Madrid, será crucial convencer a las grandes estrellas de que pongan sus cualidades primero al servicio del equipo, para así brillar tanto individual como colectivamente. Una estructura y organización mejoradas —inclusive en posesión propia— beneficiarán especialmente a un rematador como Kylian Mbappé. En posesión de balón, y gracias a la calidad de los jugadores y al estilo de juego de Alonso, se espera una verdadera tormenta de rotaciones tras un período de armonización. Por peculiar que parezca, bajo la dirección de Xabi Alonso, los delanteros estrella podrían, de hecho, marcar aún más goles.
Con su enfoque, el entrenador abordará principalmente las debilidades defensivas, establecerá un control absoluto sobre el juego e integrará de forma óptima a las superestrellas en el sistema. El gran objetivo del club es, sin lugar a dudas, inaugurar una nueva era en el fútbol global, donde la mística inigualable del Real Madrid se encuentre con una idea de juego tácticamente perfeccionada, sentando así las bases para una nueva dominación mundial.
Análisis de juego del Bayer Leverkusen bajo Xabi Alonso (ejemplos gráficos):

Tras un pase transversal, llega un pase en profundidad. Frimpong comparte las intenciones con Xhaka y ataca con su corrida la espalda de los defensores, que solo están orientados por el balón. Frimpong recibe la pelota y es capaz de finalizar la jugada. Wirtz y Boniface fijan a sus oponentes dentro del área.

El Leverkusen utiliza movimientos inteligentes sin balón durante la salida para desorganizar la defensa del West Ham. Palacios atrae defensores con su ofrecimiento de pase corto, creando espacio para que Tapsoba encuentre a Xhaka con un pase largo. Xhaka, a su vez, se reubica a la espalda de los jugadores que presionan para mantener las líneas de pase abiertas (concepto 'cambiar línea'). La amplia y profunda posición de los delanteros del Leverkusen fija la defensa del West Ham, lo que permite que el pase en profundidad de Tapsoba cambie el ritmo del juego y acelere las combinaciones ofensivas del Bayer.

En función de su perfil como delantero móvil, Boniface se mueve hacia el balón, forzando a su marcador a seguirlo. Este movimiento es clave, ya que abre espacio en la defensa que Jonas Hofmann aprovecha inmediatamente. Los movimientos contrarios fueron un concepto muy utilizado por el Leverkusen durante la etapa de Xabi Alonso.

En este momento defensivo del Bayer Leverkusen, el equipo presiona a su rival hacia un lado del campo y ejerce una presión extrema sobre el jugador con el balón. Se observa cómo dirigen y encauzan el juego hacia una banda específica para, a continuación, recuperar el balón a través de la anticipación y (en momentos) duelos directos, aplicando una orientación individual situacional (es decir, orientados al jugador cerca del balón, pero dentro de su zona).

Parte de la información y la totalidad de las imágenes incluidas en este artículo fueron extraídas del libro “Xabi Campeón”, escrito y publicado por Tim Stegmann.